¿Por qué los estadounidenses son "americanos"?

07/05/2025

Existe un debate en las redes que cobra cada día más fuerza y aún no parece tener una respuesta clara: ¿Es americano el gentilicio de los estadounidenses? ¿O debe usarse para describir a los habitantes de todo continente?

Con el nombramiento de Prevost, ahora Papa León XIV, surge un debate en las redes sociales: ¿Es el nuevo Papa americano o peruano? La pregunta hay que atacarla desde dos frentes:

  • Por un lado, Prevost es oriundo de Chicago. Si nos apegamos al término mundialmente aceptado para referirse a alguien nacido en Estados Unidos, efectivamente se trata de un Papa americano.
  • Por otro lado, Prevost vivió la mayor parte su vida en Perú. Habla español fluido y en su primera exposición al público decidió dedicar un momento al pueblo peruano en este idioma.
Así, en todo escenario, hablamos de un Papa americano. La connotación de esta frase, sin embargo, es ambigua. Se encuentran enfrentados el nacionalismo estadounidense y el sentimiento de pertenencia al continente, en una contienda que fue ganada hace años por los vecinos del norte. Voy adelantando que estamos lejos de un consenso, y este problema no es de ninguna manera exclusivo del continente americano, o como le dicen en los países anglosajones, "Las Américas".

Yo soy, tú eres, nosotros somos...

Fue el cartógrafo Martin Waldseemüller quien nombró al nuevo continente como "América", en honor al explorador Américo Vespucio. Lo hizo en Universalis Cosmographia, un mapa mundi publicado en 1507. Era común por ese entonces nombrar islas y secciones arbitrarias siguiendo la línea de colonización y exploración europea, pero lejos se estaba de un consenso en el nombre de toda la masa de tierra. En la última copia existente de este mapa mundi podemos apreciar a una América casi sin explorar, donde la reconstrucción geográfica estaba basada en algunos pocos datos probados, apoyados en mucha intuición por parte de Waldseemüller. Se trata de un borrador que, pese a sus imprecisiones, tuvo el honor de bautizar al nuevo continente.
Universalis Cosmographia
Universalis Cosmographia

A partir de entonces y con la difusión de este y otros mapas similares, se empezó a decir "americanos" a los pueblos originarios de la región. Eventualmente este término mutó para representar también a los colonos nacidos en el nuevo mundo. A estas alturas, la palabra americano cubría la totalidad del espectro de los habitantes del continente. Sería muy sencillo cerrar el debate en este punto con la respuesta evidente: americanos somos todos. Pero antes de saltar a una conclusión imprecisa, sigamos estudiando la evolución del término ¿Dónde y cuándo ocurre el cisma?

Ellos son...

En este punto introduciré un dato que suele pasar desapercibido, especialmente fuera de Norteamérica: Estados Unidos, la que fue hasta hace poco la potencia hegemónica global, centro del comercio mundial y del desarrollo tecnológico, es —curiosamente— un país sin nombre.

El término "Estados Unidos de América" suena indeterminado porque, efectivamente, es indeterminado. Pongamos otros dos ejemplos:

  • México es, en realidad, "Estados Unidos Mexicanos". 
  • Desde 1889 hasta 1968, Brasil se llamó "Estados Unidos de Brasil". 

¿Es entonces el nombre corto de "Estados Unidos de América" sencillamente "América"? No exactamente. De hecho, si el nombre de Estados Unidos fuera "América", tampoco habría debate. Ambos gentilicios deberían de convivir por el simple hecho de coincidir ¿Qué está pasando exactamente?

La revolución de las Trece Colonias comienza a gestarse en 1770 con la "Masacre de Boston" en Massachusetts. En aquel contexto, el concepto moderno de Estado-nación apenas comenzaba a desarrollarse. Las fronteras coloniales no respondían a criterios identitarios o políticos claros, sino más bien a intereses comerciales. Los "Estados" aún eran divisiones coloniales trazadas a mano alzada, en función del tipo de producción, la geografía y el tiempo de ocupación. Debemos de entender que lo que realmente unía al pueblo estadounidense en este contexto era la voluntad de separarse de la corona británica.

Estados Unidos es precisamente eso: una constelación de Estados que, por necesidad, decidieron cooperar estrechamente. Esta laxa composición se refleja a nivel nacional, donde cada Estado tiene su guardia nacional —básicamente un ejército propio— y leyes propias. La función de Estados Unidos como nación es orquestar la diplomacia y defender los intereses de los Estados en su conjunto. Es difícil entender un modelo realmente federal cuando en Hispanoamérica estamos acostumbrados a ver provincias (alguna vez igual de independientes) respondiendo cabizbajos a la capital. Estados Unidos no es un todo homogéneo, sino una suma de partes soberanas que eligieron mantenerse unidas, primero por necesidad y luego por conveniencia. No se trata simplemente de estadounidenses sino de neoyorquinos, pensilvanos, georgianos, maineses, etc., los cuales viven en "Estados Unidos de América".

Por supuesto que la discusión no termina acá, porque está por entrar en juego otro factor de enorme peso: América y "Las Américas". Esta división en el término abre camino a la posibilidad de interpretar de más de una manera el mismo concepto. Quien vive en Estados Unidos cree que americano es sinónimo de norteamericano, quedando Sudamérica como su propio continente; para un estadounidense, entonces, son The Americas (Las Américas), donde se encuentran America (Norte América y Centro América) y South America (Sudamérica). 

El consenso

Normalmente el mundo anglosajón divide al planeta en siete continentes: Asia, Europa, África, Australia, Norteamérica, Sudamérica y la Antártida. Podemos notar dos cambios relevantes: Oceanía es "Australia" y América aparece dividida en dos partes. Esta división en el continente americano es el motivo por el cual América es conocido como "Las américas", donde Norte América y Centro América aparecen unificados y Sudamérica queda por otro lado.

Por otro lado está la división continental del mundo latino. Con latino quiero englobar no solo a Latinoamérica, sino a los países latinos de Europa (España, Portugal, Italia, Francia). En este caso se suele hablar de seis continentes: Asia, Europa, África, Oceanía, América y la Antártida.

¿De qué consenso hablo entonces? De ninguno. No existe. A lo sumo hay consensos regionales o basado en lazos culturales, y no empecemos a hablar de cómo se dividen los continentes desde la perspectiva asiática o africana porque nos es bastante ajeno. Seguro escuchaste hablar de Eurasia, o Eufrasia. Tal vez te enseñaron que México estaba en Centroamérica, o te dijeron que era parte de Norteamérica. Se trata de una ensalada de conceptos que no solo cambian significativamente entre idiomas, sino entre países.

¿El punto?

La confusión atraviesa de forma transversal al problema en sí: nunca nos pusimos de acuerdo. ¿Con qué criterio dividimos los continentes? ¿Hay motivo real para separar Europa de Asia, o Asia de África? ¿Dividimos en base a la cultura, o solo usamos criterios geográficos? Si usamos la cultura, ¿nos basamos en los idiomas? ¿Es "Latinoamérica" una forma de referirse a un continente en sí mismo, o simplemente una división orgánica entre los pueblos que lo habitan? Si tomamos la geografía, ¿qué hacemos con los istmos? ¿Nos guiamos por las plataformas continentales? ¿Qué es, en definitiva, un subcontinente?

Increíblemente, lector, no hay una respuesta clara a estas preguntas. Tal vez en la escuela, en la secundaria o en la universidad te enseñaron una versión como si fuera palabra santa. Incluso es posible que te hayan enseñado respuestas contradictorias. Y si usted cree tener la verdad, lo invito a preguntarle a un ruso a qué continente pertenece, o a un irlandés en qué continente queda Indonesia.

En cuanto a cómo debería usted referirse a todos estos lugares, le sugiero que se apegue a lo que le enseñaron y a las costumbres locales. Pero, si desea rebelarse y usar términos ajenos, la realidad es que es igual de válido.

En cuanto a la palabra "americano"

Los estadounidenses hablan de "América" para referirse a América del Norte, Centro América y el Caribe. Pero también dicen ser de "North America". Al mismo tiempo, distinguen claramente entre Estados Unidos y Canadá al decir "americano". Suena confuso, porque lo es.  El origen de la palabra (para referirse al estadounidense) está, ciertamente, en la emancipación de los Estados Unidos, pero también es cierto que fueron los propios estadounidenses quienes legitimaron su uso con el paso de los años. En la Primera Guerra Mundial intervinieron los "americanos", unos veinte años después desembarcaron en Europa para enfrentarse al régimen nazi junto a los demás aliados. Ellos mismos se autodenominaban así, pero eso no basta: necesitaron ser protagonistas, al menos durante un siglo, para que el mundo terminara por delegarles exclusivamente ese gentilicio, relegando al resto de los habitantes del continente.

Personalmente, no creo que el hecho de "poseer" este apodo les otorgue más poder a los Estados Unidos; más bien, me parece un síntoma de ese poder. Podés llamarlos como prefieras. Yo, en lo personal, prefiero hacer la distinción. No hay que olvidar que es un apodo válido y que, lamentablemente, cuando en Europa, Asia, África u Oceanía se habla de un "americano", casi con certeza se están refiriendo a alguien de los Estados Unidos y no a un habitante del continente.